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Una emergencia no avisa. Puede tratarse de un incendio, una fuga de gas, un fallo eléctrico, un terremoto o incluso una amenaza externa. Y en esos momentos, la diferencia entre una evacuación segura y el caos puede estar en algo tan simple como haber hecho un simulacro.

Los simulacros de evacuación no son un trámite más, ni una simple práctica teórica. Son una obligación legal y sobre todo, una herramienta fundamental para proteger la vida y la salud de las personas trabajadoras.

Simulacros de evacuación: ¿qué dice la normativa?

Según el artículo 20 de la ley 31/1995 de prevención de riesgos laborales, el empresario, deberá analizar las posibles situaciones de emergencia y adoptar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores y el RD 393/2007 donde se aprueba la norma Básica de Autoprotección , actualmente derogado y sustituido por el RD 524/2023 donde se rige que todas las empresas que dispongan de un Plan de Emergencia deben realizar simulacros de evacuación de forma periódica.

Esto incluye:

• Centros de trabajo con riesgo de incendio, explosión o accidentes graves.
• Edificios con alta afluencia de personas (oficinas, centros educativos, comerciales, etc.).
• Instalaciones donde la evacuación puede resultar compleja.

El incumplimiento de esta obligación puede ser sancionado por la Inspección de Trabajo como una infracción grave, especialmente si se produce un accidente y no se han adoptado medidas adecuadas de autoprotección.

¿Por qué son tan importantes los simulacros?

Los simulacros permiten poner a prueba el Plan de Emergencia de la empresa en condiciones controladas, detectar fallos y formar al personal en una respuesta rápida, ordenada y segura. Su importancia es triple:

1. Preparan a la plantilla para actuar con seguridad en una emergencia real.
2. Permiten evaluar si los procedimientos y recursos previstos son eficaces.
3. Contribuyen a generar una cultura preventiva en la empresa.

Un plan bien diseñado que nadie conoce o no se ha puesto en práctica puede ser tan inútil como no tenerlo.

¿Cómo debe ser un buen simulacro de evacuación?

Un simulacro no debe improvisarse. Para que sea eficaz, debe planificarse y evaluarse con rigurosidad. Estas son las claves:

• Diseño previo: definir el escenario de emergencia, los responsables, los tiempos y las rutas de evacuación.
• Comunicación clara a toda la plantilla sobre los procedimientos a seguir.
• Revisión de salidas de emergencia, iluminación, señalización y puntos de encuentro.
• Participación del personal designado: equipos de emergencia, primeros auxilios y coordinación.
• Evaluación posterior para detectar mejoras: tiempos de evacuación, errores, dudas o bloqueos.

Una emergencia no se puede prever, pero sí se puede entrenar la respuesta. Porque en situaciones de pánico, lo que se ha practicado es lo que se recuerda.

Desde Europreven te ayudamos a integrar la prevención y la autoprotección como parte de tu día a día. ¿Cuándo fue el último simulacro en tu empresa? Si no lo recuerdas, es hora de actuar.